viernes, 3 de enero de 2014

Mariano: cómo arreglar España...



Un economista se encontraba en su despacho escribiendo un artículo sobre Macroeconomía mientras su hijo de cinco años no paraba de juguetear con los papeles y revistas.
Le pidió al niño que se fuese a otro sitio, pero viendo que era imposible, pensó en algo que pudiera distraerle…Vio una revista donde venía una mapa de España ilustrando la subida de las tarifas eléctricas, ¡ justo lo que necesitaba !
Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta adhesiva se lo entregó a su hijo, diciendo: “Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar España rota, para que la arregles sin ayuda de nadie”.
Calculó que al crío le llevaría días componer el mapa…
Pasados unos minutos escuchó la voz del niño: “Papá, papá, ya lo he acabado”. Al principio no dio crédito a las palabras del niño. Pensó que, a su edad, era imposible recomponer un mapa que jamás había visto antes.
Desconfiado, el economista levantó la cabeza de sus anotaciones y, para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos estaban en su lugar. ¿Cómo lo había hecho? Le dijo: “Hijo mío, tú no sabías como era España, ¿Cómo has logrado recomponerla?”. El pequeño respondió: Papá, yo no sabía cómo estaba España, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que al otro lado estaba la figura de un hombre (¿un ciudadano?)…
“Así que di la vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di la vuelta a la hoja y vi que había arreglado España”.
Como dijo Groucho Marx : “Hasta un niño de cinco años sería capaz de entender esto… ¡Rápido, busque a un niño de cinco años!”
¿Hablaba Groucho Marx de la política Económica de Mariano?

Mark de Zabaleta




2 comentarios:

de soslayo dijo...

Tan fácil como eso.

Urge un niño en víspera de Reyes... Imaginemos que no todo está perdido.

Salud.

Antonio Fernández López dijo...

Precioso ejemplo el que nos expones. Una razón más para darnos cuenta, si es que queremos, que las cosas nunca tienen una sola solución y que, en cualquier caso, la solución no puede plantearse contra las personas que, en definitiva, somos el sostén de la vida, del estado y de todo. Un abrazo.