viernes, 31 de julio de 2020

Vuelva usted mañana ...




En España hay más de 2,6 millones de empleados públicos: 1,4 millones son funcionarios de carrera, unos 600.000 son empleados laborales y otros 600.00 serían “otro personal”. La mayoría (menos los sanitarios, los profesores, los cuerpos de seguridad y los que son considerados esenciales en su “atención al público” han tenido que dejar de trabajar durante el confinamiento de forma presencial y adaptarse al teletrabajo o, en algunos casos, quedarse en casa sin trabajar.
Es el caso de ordenanzas, chóferes y muchos otros que han tenido permiso para quedarse en casa sin trabajar cobrando el mismo sueldo del Estado, ya que no han sufrido ninguna reducción de sueldo ni tampoco han sido incluidos en ningún tipo de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), aunque la “empresa estatal” gasta anualmente 130.000 millones de euros en nóminas.
Y para colmo, el entresijo administrativo impide al propio Estado conocer cuántos trabajadores públicos han estado trabajando, cuántos han teletrabajado y cuántos se han quedado en su casa. El Estado no puede saberlo …
Pero el confinamiento terminó (de momento), y la “nueva normalidad” ha implicado muchos cambios. El más evidente es que hay que pedir cita para todo. Es decir, los funcionarios de tráfico, ministerios, empleo etc. Trabajan con menos presión para evitar contagios …
En muchos casos los ciudadanos van a realizar una gestión y el “segurata” de la puerta les pregunta si han pedido cita por internet o telefónica … y les manda de vuelta a su casa (imaginen la gente mayor que no tiene ni internet ni teléfono … que los hay), a pesar de que no haya nadie en las oficinas públicas …
Todos ustedes lo han podido comprobar. La nueva normalidad se ha convertido en un “cuentagotas de anormalidad” en la Administración que ha venido para quedarse …
Y qué decir de los que tengan un simple resfriado o una torcedura de tobillo … tienen que llamar por teléfono al ambulatorio para que el médico analice si son síntomas del Covid-19 y les den cita para una prueba.
Y lo de los rebrotes, que casualmente aparecen cuando hemos abierto las puertas al turismo, no va a mejorar las cosas …
Tranquilos, porque cuando se descubra una vacuna para el Coronavirus, la Administración ya estará acostumbrada para trabajar a ritmo de samba y con cuentagotas … por supuesto con cita previa.
Lean a Mariano José de Larra …” Vuelva usted mañana”

Mark de Zabaleta


viernes, 17 de julio de 2020

El Apocalipsis de San Juan ...




El número 666 se ha atribuido siempre al diablo. Tradicionalmente es la marca del anticristo, y en muchas películas se utiliza como la marca del mal. Vemos el número 666 y nos llama la atención, por ser una cifra demonizada, basándose en el Apocalipsis de San Juan.
En el Apocalipsis 13:18 se dice: “Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el de un hombre, y su número es seiscientos sesenta y seis” …
Ciertamente preocupante. ¿Es verdad lo de este número?
Porque cabe interpretar que lo que San Juan quería con sus Revelaciones no era predecir el futuro del mundo, sino atacar al Imperio romano, usando eventos contemporáneos y tradiciones apocalípticas antiguas, entonces quizás podemos mirar con otros ojos esta complicada profecía del 666, el número de la bestia.
Porque “la bestia” podría referirse al cruel emperador Nerón Claudio César Augusto Germánico …
El reinado de Nerón se asocia a la tiranía y ​se le recuerda por una serie de ejecuciones sistemáticas, incluyendo la de su propia madre y la de su hermanastro Británico, y como un implacable perseguidor de los cristianos.
En los alfabetos griego y hebreo cada letra tenía un número correspondiente, y la suma de estas puede generar un código numérico.
Escribiendo el nombre en hebreo de Nerón Cesar, quien fue emperador del Imperio romano desde el año 54 d.C hasta el 68 d.C., los números que corresponden a cada letra son: 50 + 200 + 6 + 50 y 100 + 60 + 200.
Y la suma es... 666
Parece más lógico interpretar que san Juan se refería al extravagante Nerón, aquel que tocaba la lira mientras Roma ardía, perseguidor implacable de cristianos y asesino de su madre y hermanastro …
En todo caso, el 666 ha guardado su “magia” gracias al libro de San Juan …
“Abominas el nombre del diablo, y en oyéndole te santiguas, y eres tú mismo aquel diablo que aborreces.” (Erasmo de Rotterdam)

Mark de Zabaleta

viernes, 10 de julio de 2020

De Felipe V a Felipe VI ...




La coronación de Felipe de Anjou en 1700 como Felipe V de España supuso la llegada de los Borbones al trono español.
Y, al principio, el reinado de Felipe V estuvo tutelado por su abuelo, Luis XIV de Francia,
En 1723, a la muerte del regente francés, Felipe V abdicó en favor de su hijo Luis con la esperanza de reinar finalmente en Francia. Estaba interesado en ser Rey de Francia.
Sin embargo, la muerte de Luis I ese mismo año a causa de la viruela (entonces no hablaban del Covid-19) lo llevó de nuevo al trono español. Esta segunda etapa de su reinado estuvo señalada por el avance de su enfermedad mental y el control que su esposa ejercía sobre los asuntos del reino.
Los Borbones comenzaron con maniobras interesadas desde el siglo XVIII …
Ahora se publica en El Confidencial que “el rey Juan Carlos hizo retiradas de efectivo durante años de la cuenta de Ginebra (Suiza) que usó para esconder los 64,8 millones de euros de Arabia Saudí. Los movimientos de ese depósito, abierto a nombre de la sociedad instrumental panameña Lucum Foundation, reflejan continuas salidas de fondos por importes que superan los 100.000 euros mensuales, según consta en documentación contable a la que ha tenido acceso El Confidencial. Las operaciones se produjeron al menos entre 2008 y 2012. El monarca habría usado el dinero para sufragar gastos no declarados de toda la familia real” …
Es ciertamente “obvio” que Felipe VI no sabía nada de nada de todo este trapicheo familiar …
Ninguna de esas disposiciones de efectivo fue declarada a la Hacienda española. La única entrada que consta en la cuenta de Lucum, además del ingreso inicial de Arabia Saudí, es otra transferencia recibida del rey de Baréin, Hamad bin Isa Al Khalifa, por importe de 1,9 millones de dólares (1,4 millones de euros aproximadamente en ese momento). El resto de las operaciones reflejadas en el balance del depósito son retiradas de dinero …
Y, como siempre, aparece Arturo Fasana como gestor del banco suizo. Es algo parecido a lo del otro famoso gestor Hervé Falciani … ¿Se creen ustedes que estos “grandes” profesionales filtran esta información por amor a la “Justicia”?
Si hubiesen sido españoles ¿no les habrían condenado por blanqueo de capitales? ¿y por colaboración en evasión fiscal? No voy a extenderme sobre la larga relación de condenas que se le aplicarían a un español, empleado de uno o varios bancos suizos, y con mucha más información que la de Fasana o Falciani …
¿Se sabrá todo algún día? Sinceramente, creo que no …

Mark de Zabaleta