viernes, 8 de abril de 2016

Los Bancos no funcionan...





El BCE tiene un grave problema para reactivar la inflación. El Banco Central Europeo constata que el dinero que pone en movimiento a través de los bancos o las compras masivas de bonos y otros activos termina volviendo al BCE sin haber llegado a los ciudadanos, el verdadero objetivo de estas medidas de inyección monetaria.
Keynes lo resumió en una parábola de su “Teoría General sobre el empleo, el interés y el dinero” de 1936, proponiendo enterrar botellas llenas de billetes en antiguas minas de carbón para que una vez descubiertas (como el oro) crearan nueva riqueza y estimularan el gasto. Las empresas privadas contratarían a mucho personal… extraer los billetes de nuevo… no habría más desempleo… aumentaría el ingreso real de la comunidad y su riqueza…
Milton Friedman, en “The Optimum Quantity of Money” de 1969, propuso otra idea para solucionar la deflación: potenciar el consumo tirando billetes desde un helicóptero a los ciudadanos (consumidores) y a los empresarios creadores de empleo (salarios).
Ciertamente la situación actual en Europa es muy distinta, porque, aunque el consumidor siga comprando lo hace en mucha menor cantidad que antes, con un gasto mensual menor, y la deflación no se mueve por mucho dinero que el BCE ponga en circulación a través de los bancos o en la compra de activos.
Las propuestas de Keynes y Friedman sí activarían el consumo, porque el consumidor destinaría ese dinero a compras de todo tipo, al considerarse como un premio extraordinario, dado que ese gasto no le causaría ningún desequilibrio económico en sus finanzas familiares.
Es imperativo buscar alternativas a la banca clásica para poder estimular la Economía, porque se han gastado miles de millones en un programa de reactivación que NO funciona. El BCE no asimila la diferencia entre evitar la deflación y aumentar el consumo, porque lo que en realidad está ocurriendo es que los bancos NO ayudan al ciudadano…que NO ve ese dinero.
Un banco es un lugar en el que le prestan a usted un paraguas cuando hace buen tiempo y se lo piden cuando empieza a llover. (Robert L. Frost)

Mark de Zabaleta

5 comentarios:

Carlos Martinez dijo...

Eso creo yo, que los banqueros no funcionan. Ya están pensando otra vez en cerrar oficinas y despedir gente, y luego hablarán de beneficios en las juntas de accionistas.
No entiendo nada, pero desde luego llamar banqueros a estos mindunguis, creo que es Eso si, emtre sueldos y mamandurrias si que amasan si.

amatista dijo...

Siempre tan interesante,te sigo en face,gracias por comentar y aclarar tantas cosas,saludos

V(B)iajero Insatisfecho dijo...

Oye, me gusta la conclusión de Frost. Puede ser una realidad como un templo. Salut!!.

Antonio Fernández López dijo...

Quizás damos por supuesto que los bancos, una vez con el dinero en la mano deben hacer algo que no están dispuestos a hacer, sencillamente porque los valores de hoy sean otros y haya de cambiar de medidas. Un abrazo

Germán dijo...

Si los bancos no dejan dinero, habrá que obligarlos. No es tan difícil.