viernes, 8 de enero de 2016

Estulticia política en estado puro.






Erasmo de Rotterdam (1466-1536), fue un gran pensador y humanista que vivió en la época de Lutero y el enfrentamiento del protestantismo frente al poder de Roma.  A pesar de su amistad con Martín Lutero, el sabio no se puso ni con los protestantes ni con los católicos. Los protestantes creían en la libertad, y decían que no hacía falta una Iglesia para alcanzar la salvación. Por su parte, los católicos, prácticamente negaban la capacidad humana de ser libres.
Todas las obras de Erasmo fueron censuradas e incluidas en el "Índice de Obras Prohibidas" por el Concilio de Trento. De manera similar fueron denunciadas por la mayoría de los pensadores protestantes.
En 1511 se publicó su “Elogio de la locura”, obra en la que la Estulticia (la Estupidez personificada) critica satíricamente a la sociedad de su tiempo.
Y arremete contra todo… ¿Qué hay más estúpido (en política) que un candidato lisonjeando al pueblo para conseguir sus votos, comprar con favores su voluntad, andar a la caza de los aplausos de los tontos, esponjarse con las aclamaciones, ser paseado en triunfo como una bandera, colocarse en el foro (¿mitin?) como una estatua para la contemplación de las gentes?
Esta Estulticia es la que engendra las naciones, mantiene los imperios, las magistraturas, la religión, los consejos y la justicia; porque la vida humana no es, en definitiva, más que un juego de locos. 
Han pasado 500 años desde que Erasmo de Rotterdam escribiese este libro.
Y, tras las Elecciones Generales, sigue siendo la referencia…

Mark de Zabaleta



6 comentarios:

El huesped del serafin dijo...

Hola Mark....un abrazo.
Muril.

Antonio Fernández López dijo...

Estoy de acuerdo contigo de que a pesar de los 500 años transcurridos, Erasmo y sus razonamientos siguen perfectamente vigentes. Un abrazo

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

como bien dices Marck los clasicos siempre son una buena guia de referencia... ,desde mis horas rotas saludos y un fuerte abrazo. jr.

HArendt dijo...

¡Qué grande Erasmo. Y qué denigrado! Escueto y acertado comentario, como siempre, querido Mark.

Luis Antonio dijo...

Siempre me ha fascinado el pensamiento de este personaje. Estoy convencido de que el autor del Lazarillo era un erasmista convencido...

Saludos

Germán dijo...

Es verdad que somos unos tontos, y que la inteligencia no es lo que nos ha movido en la historia, ni tampoco la justicia ni el sentido práctico. Y el progreso se mide no a nivel individual sino colectivo en porciones de tiempo más amplias que las nuestras personales, como si a su vez nos sacrificara. En estas condiciones lo mejor será no tomarse demasiado en serio unas cuantas cosas.