domingo, 11 de agosto de 2013

Mariano el Lacónico…



Se llama lacónico a quien, como los antiguos laconios, es sumamente parco en palabras.
Laconia (Lacedemonia) fue en la Antigua Grecia una parte del Peloponeso cuya ciudad más importante fue Esparta.
Los laconios o espartanos se dedicaban casi exclusivamente a la guerra, lo que les exigía una educación militar estricta desde la infancia.
Suele usarse el adjetivo “espartano” con el significado de “estricto, austero, sobrio, firme, duro”.
Su educación no contemplaba las artes ni las letras o la oratoria como en el caso de los atenienses, por lo que eran prácticamente analfabetos.
Eran tan parcos al hablar que no se entendían con sus vecinos…
Posiblemente la historia se repite, pero con distinto reparto.
Mariano es parco en  palabras, porque cada vez que habla convence menos sobre la dudosa capacidad de este Gobierno para conseguir la recuperación económica…y acabar con el paro.
Y aunque la renta disponible de las familias no deja de menguar es capaz de exigir unas “espartanas” medidas de austeridad y recortes…cuando al mismo tiempo tiene mucho que explicar sobre la financiación del partido que preside, los sobre/sueldos y la corrupcióny las expectativas de los inversores no son buenas!
Para Keynes la eficacia marginal del capital era una cuestión de expectativas, ¿Tenemos expectativas…o sólo nos queda pensar que a largo plazo todos muertos?
La estrategia espartana para el pueblo no es la solución…y no se puede dar la callada por respuesta!

Mark de Zabaleta

1 comentario:

Camino a Gaia dijo...

Creo que habría que empezar a indagar en las causas de esta crisis global. Una de las estrategias de este gobierno es señalar culpables. Lo que tan buen resultado les dió para conseguir la mayoría absoluta, sigue siendo casi en exclusiva su forma de discurso político, a pesar de encontrarse en el mayor órgano de decisión del país, sin sombra de oposición y al parecer sin intencion de asumir responsabilidades por sus decisiones.
No creo que las políticas keinesianas o neoliberales, tengan nada que hacer frente a un problema de agotamiento de recursos, especialmente el petróleo. Cada día soy mas consciente que para los economistas no existen límites para el crecimiento económico, pero una revisión de este dogma no les vendría nada mal.
Un saludo