Nacido en Tréveris (Prusia occidental: la ciudad más antigua de Alemania), a escasos 16 Km. de la frontera con el Gran Ducado de Luxemburgo, en una familia de la clase media alta. Su padre era abogado, y fue a la Universidad a estudiar leyes, pero los vivos debates sobre filosofía hegeliana en el Berlín de 1834 (se identificó con los jóvenes hegelianos deseosos de transformar la ortodoxia hegeliana en una doctrina social radical)…le llevaron a doctorarse en Filosofía con 23años.
En la vida de Marx se mezclaron el retiro del filósofo/pensador/intelectual con la vida activa del organizador, propagandista…y revolucionario.
Obligado por la muerte de su padre a ganarse la vida empezó a trabajar como periodista de un diario antigubernamental (en Colonia) donde su prosa mordaz le permitió actuar como agitador en favor de la reforma política. Llegó a director, pero en 1843 la censura oficial prohibió la publicación y Marx tuvo que irse a París para montar otro diario.
Allí se metió de lleno en la lectura y estudio sobre Teoría Económica (David Ricardo…), conoció a Engels (su mentor y amigo) y a la mayoría de los dirigentes de la izquierda continental. Fue expulsado de Francia en 1845 y se refugió en Bruselas; por fin, tras una breve estancia en Colonia para apoyar las tendencias radicales presentes en la Revolución alemana de 1848, pasó a llevar una vida más estable en Londres, en donde desarrolló desde 1849 la mayor parte de su obra escrita. Pasaba todas las horas de luz solar en las salas de lectura del British Museum.
Su dedicación a la causa del socialismo le hizo sufrir grandes dificultades materiales. Habrá pocos estudiosos de los problemas sociales que hayan trabajado bajo condiciones más duras que las soportadas por Marx. Lo poco que ganaba con sus artículos periodísticos (aparte de la ayuda económica de Engels) no le permitía proporcionar a su familia una atención médica y una nutrición adecuadas.
Cuando Marx escribía sobre la pobreza, no hacía un ejercicio de imaginación.
Es importante retener los conceptos alienación y dialéctica tomados de Hegel…y que Marx reinterpreta. La alienación, que para Hegel queda en el mundo de la Idea (de índole teológica), para Karl Marx se refiere a la explotación del hombre por el hombre, a la pérdida de autonomía y libertad de una clase social como consecuencia de la explotación a la que le somete otra clase social, principalmente por el hecho de existir la propiedad privada de los medios de producción.
La dialéctica pasa de una negación, doble negación y confrontación de las ideas en Hegel a la revolución y la lucha de clases con Marx.
En 1848, a petición de una Liga revolucionaria clandestina formada por emigrantes alemanes, Marx escribió en apenas cuatro días el Manifiesto Comunista, un panfleto de retórica incendiaria situado en el contexto de las revoluciones europeas de ese mismo año 1848. Marx (con la colaboración de Engels) hacía una crítica sistemática del orden establecido y defendía la fuerza de la Revolución (no el convencimiento pacífico ni las reformas graduales) como la forma de acabar con la civilización burguesa.
Marx tuvo algo más de tiempo para dedicarse a “El Capital”, que empezó a escribir en 1847 y terminó (parcialmente) con un primer volumen en 1867… VEINTE AÑOS ¡
Seguirá…
Mark de Zabaleta