sábado, 5 de octubre de 2013

Para reflexionar...



Si conocieran a una mujer sifilítica que está embarazada, que ya tiene ocho hijos, tres de los cuales son sordos, dos son ciegos y uno es retrasado mental, ¿Le recomendarían que abortara?
Sigamos con otra pregunta: ¿Quién elegirían como Líder Mundial entre los siguientes candidatos?
Candidato 1: se le asocia a políticos corruptos y consulta a videntes, tiene dos amantes, fuma todo el día y bebe diez martinis al día.
Candidato 2: le han despedido dos veces de su trabajo, duerme hasta las 10 de la mañana, era consumidor de opio en la universidad y bebe media botella de whisky cada noche.
Candidato 3: héroe condecorado de guerra, vegetariano, no fuma, toma alguna cerveza ocasionalmente y no ha tenido nunca aventuras extramatrimoniales.
¿Cuál de estos tres sería el más votado?
El candidato 1 es Franklin D. Roosevelt. El candidato 2 es Winston Churchill y el candidato 3 es  Adolf Hitler.
En Economía los tres tuvieron su momento:
El “New Deal” de Roosevelt, un importante Plan de Inversiones combinando la devaluación del dólar con subvenciones tanto a la agricultura como a la industria. Aumentaron las Exportaciones y la economía se reactivó. Supo combinar la política monetaria y la política fiscal (¿les suena Keynes?)
La vuelta de la Libra al patrón oro en 1925…muy criticada por Keynes. Pero Churchill ya dijo “Si usted pone dos economistas en una habitación, obtendrá dos opiniones diferentes; a menos que uno de ellos sea Lord Keynes, en cuyo caso tendrá invariablemente tres opiniones bastante diferentes”…
En Enero de 1933 Alemania tenía 6 millones de parados. Tras las elecciones, el nuevo Gobierno de Hitler puso en marcha una agresiva política económica, con obras públicas que construyeron la mayor red de autopistas en Europa, una potente reindustrialización (automóvil, textil, energía…) y un coherente apoyo a la agricultura. En 1938 sólo había 400.000 parados en Alemania.
Y volviendo a la primera pregunta…si la respuesta es afirmativa…se acaban de cargar a Beethoven !

Mark de Zabaleta



1 comentario:

Antonio Fernández López dijo...

Lo que comentas no indica mas que las contradicciones en medio de las que vivimos. Da pavor en la distancia encontrarse con el integrismo de Hitler quien, aparte de sus sanas costumbres no tenía solo esa característica sino su megalomanía de construir un mundo a su gusto y bajo su criterio. Salvando las diferencias también me recordaba a la reina Isabel de Castilla. Un abrazo