lunes, 26 de diciembre de 2011

Una retirada a tiempo es una victoria…

Gioacchino Rossini  (1792/1868) es uno de los músicos más famosos del siglo XIX. En España  tuvo gran popularidad, tanto por  sus óperas “bufas” como por sus aportaciones al mundo de la ópera “seria”, y siendo muy poco posterior a Mozart y contemporáneo de Beethoven, se le consideraba “el mejor músico de todos los tiempos”…
Al contrario que otros compositores de su tiempo, Rossini tuvo fama y riqueza desde el principio. El “Cisne de Pésaro” era gran aficionado a la gastronomía y otros placeres…
A la edad de 37 años, tras el estreno de “Guillermo Tell” en 1829, Rossini entró en una larga etapa de inactividad creadora. 
Tras veinte años de una brillante actividad de producción, se sumió en un período de sorprendente vacío en los cuarenta años que transcurrieron hasta su muerte en 1868.
Aunque no volvió a componer otra ópera, no abandonó el mundo musical y se hizo cargo de la dirección del Théâtre-Italien de París y del Liceo de Bolonia,  y siguió componiendo algunas obras breves.
Son muchas las teorías que tratan de dar respuesta a este silencio en un artista consagrado, desde el hastío hasta la falta de necesidad, dada la riqueza que ya había acumulado, algunos creían incluso que temía compararse a los nuevos talentos musicales…
Lo cierto es que, ya mayor, Rossini comentaba “Después de Guillermo Tell, un éxito más en mi carrera no añadiría nada a mi prestigio; en cambio, un fracaso podría afectarlo. Ni tengo necesidad de más fama, ni deseo exponerme a perderla”.
En Economía, y en el Mundo de los Negocios, ¿No deberían aplicar esta reflexión?

Mark de Zabaleta

7 comentarios:

Lorenzo Garrido dijo...

Inteligente reflexión. La pregunta es pertinente, sobre todo aplicada al mundo de la economía.

Primitivo Algaba Mansilla dijo...

Buenos días Mark:
El miedo al fracaso no nos debe paralizar en ninguna circunstancia, hayas tenido grandes éxitos o lo que acumules no sean nada más que un fracaso detrás de otro. Un abrazo muy fuerte
Primitivo

Juliana Luisa dijo...

A mi juicio, lo importante es hacer cosas e intentar hacerlas bien, sin preocuparse de un posible fracaso; el análisis del fracaso nos permitirá corregir. Es mejor fracasar que no hacer nada.En economía también si antes de dar un paso se estudian todas las alternativas y se piensa en las personas a las que va a afectar la decisión a tomar.
Un saludo

Anónimo dijo...

No conocía este detalle de Rossini, desde este momento, lo respeto menos.

En economía quizás sea positiva esa reflexión, aunque más que positiva o negativa sería imposible.

Saludos

Juan Bernardo montejb dijo...

Excelente referencia y reflexión final Mark. Ciertamente es bien difícil librarse del pecado de la vanidad y todos los demás asociados del egoísmo, la avaricia y la codicia. Cualquier acción por pequeña que sea, es motivo suficiente para alimentar al diablo que todos llevamos dentro independiente de la riqueza y fortuna que se posea. Si en verdad uno piensa conscientemente no poder dominar al diablo, posiblemente sea razonable contener la inercia y el riesgo de caer ante cualquier dádiva que alimente las debilidades del alma de todo ser humano. Posiblemente, si así actuáramos todos o la mayoría, apenas habría miseria o crisis económica y social.

Felices fiestas y un gran saludo,
Juan Bernardo montejb

P Vázquez "ORIENTADOR" dijo...

Lo mismo en economía y negocios lo que habría que hacer es dejar que los demás, los que te han ayudado a enriquecerte, tengan la oportunidad de llegar a un nivel que se aproxime a la riqueza... o a vivir algo mejor al menos.

José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga dijo...

Yo creo que siempre podemos superarnos, en cualquier caso merece la pena arriesgarnos sobre todo si tenemos las cualidades de para crear obras de arte.