sábado, 29 de octubre de 2022

La Oligarquía no quiere inflación ...


 

El Banco Central Europeo sube otra vez los tipos de interés en tres cuartos de punto porcentual (75 puntos básicos). Se supone que es una medida para frenar la elevada inflación que afecta a las economías de la eurozona y que alcanzó en septiembre el 9,9%.

Con esta nueva subida, el interés se pone en el 2%. Y se quedan tan tranquilos.

Nadie se para a pensar que esto es provocado por el encarecimiento de la energía vinculado a la guerra en Ucrania. Aunque, seamos claros, la electricidad ya estaba subiendo antes…

La oligarquía, en la ciencia política, es una forma de gobierno en la que el poder supremo está en manos de unas pocas personas, generalmente de la misma clase social.

Krugman ya comentaba en su día en un informe del FMI “Perspectivas de la economía mundial” en el que se trata de los problemas de la baja inflación (casi tan destructiva como la deflación…), advirtiendo del peligro de un estancamiento a la japonesa de la economía europea a causa de esa baja inflación.

Una inflación del 4% sería buena para la gran mayoría de la gente, pero mala para la superélite. Y adivinen quién manipula las creencias generalizadas de que la inflación es mala…

Como dice Krugman, a hacer lo que hizo el gobierno americano tras la segunda guerra mundial (tipos de interés bajos e inflación para poder soportar la deuda…)  le llaman, esos oligarcas, “represión financiera”.

Pero ¿quién no prefiere algo de inflación a un desempleo masivo? Evidentemente los políticos que manejan el BCE.

La inflación reduce el paro y genera crecimiento. Es mejor una inflación del 10% y un paro del 5% que una inflación del 2% y un paro del 13%. No es tan directa esta relación, pero puede darnos una idea de lo que transmite la curva de Philips. A menor inflación corresponde un mayor paro.

En la España de los 70 muchas hipotecas a tipo fijo fueron subvencionadas por la inflación. Pero los Bancos ya han tomado buena nota y, ahora, ya tenemos los tipos variables del Euribor y la abundante “letra pequeña” de los contratos hipotecarios.

Lo realmente curioso es que el Euríbor a 12 meses ha caído este viernes al 2,567%, 10,4 puntos básicos menos que el jueves, en la que supone su mayor caída diaria desde noviembre de 2008. Se trata de la quinta sesión consecutiva a la baja…

Los titubeos de Christine Lagarde entre la lucha contra la inflación y la gran amenaza de recesión, parecen dejar claro que el banco central no tiene la seguridad de que podrá seguir subiendo los tipos de interés en 2023.

Esto es, por fin, una buena noticia. Ya les dije que no hay mal que cien años dure.

La reactivación de la Economía Europea obligará a bajar los tipos de interés una vez que se termine esta pesada carga de la guerra en Ucrania. Posiblemente tendremos que soportar un crudo 2023 antes de que volvamos paulatinamente a unos tipos coherentes.

Pero, desgraciadamente, nuestra Economía la manejan los políticos … siguiendo las normas de la Oligarquía …

“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados” … (Groucho Marx)

 

Mark de Zabaleta

martes, 25 de octubre de 2022

Del que adula ... by Mark de zabaleta

 


“La adulación, bajeza del que adula; engaño del adulado y aún bajeza de los dos; porque su bajeza muestra el que gusta de su adulación, que no se fía en el valor de sus méritos.”

(Francisco de Quevedo)

viernes, 21 de octubre de 2022

Y si lo dejamos en media hora ....


 

Se atribuye a Benjamín Franklin, científico además de político. el invento del cambio de hora, con el objetivo de ahorrar energía adaptando nuestra vida al horario solar.

Aunque esto del cambio horario no fue realmente aplicado hasta la Primera Guerra Mundial, cuando Alemania optó por reducir el número de horas de iluminación artificial para ahorrar carbón para la guerra. Ciertamente esta estrategia fue imitada tanto por aliados como enemigos.

Tras la Segunda Guerra Mundial no se utilizó de nuevo el cambio de hora hasta la crisis del petróleo de 1974 (el cese de producción de la OPEP para presionar a USA), lo que llevó de nuevo a establecer el cambio horario como ahorro energético.

El cambio de hora se realiza teóricamente para ahorrar energía, y, evidentemente, la empleada en iluminación. Pero es casi imposible encontrar datos verdaderamente fiables sobre este ahorro.

Es obvio que el ahorro doméstico es algo muy relativo, y la luz que no usamos a primeras horas del día al final la gastamos cuando obscurece más temprano y posiblemente tengamos que cuantificar un mayor gasto en calefacción, dado que en muchas casas se ve la televisión hasta muy tarde.

Y los sistemas de trabajo y de producción industrial han ido evolucionando mucho (liberalización de horarios, turnos solapados, trabajo desde casa…), de modo que la necesidad de contar con una hora extra de luz durante la mañana en muchos casos no es fundamental.

Tal vez se conseguiría una mayor rentabilidad concienciando a la gente de la necesidad de estar más pendientes de apagar las luces o de instalar reguladores horarios y/o fotovoltaicos que puedan reducir el consumo.

A la vista de los datos del gestor único de energía eléctrica de España, Red Eléctrica de España (Fuente de consumos: https://demanda.ree.es/demanda.html), queda claro que, a nivel de consumo eléctrico, no existe ese pretendido ahorro milagroso por cambiar de hora dos veces cada año.

La solución definitiva y salomónica podría ser dejarlo en media hora para todo el año y dejar de marear la perdiz con un cambio horario que no tiene lógica alguna.

Ya saben lo que dijo Groucho Marx:

Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cuatro años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cuatro años!

 

Mark de Zabaleta

martes, 18 de octubre de 2022

Liberar al mundo de ... by Mark de zabaleta

 


 

“Liberar al mundo de toda clase de charlatanes es realmente obra muy digna de ser realizada. Son los tales la plaga única del mundo, y sin ellos dejaría de ser un mundo diabólico, miserable y maldito, comenzando a convertirse en un mundo divino, estancia de un bienestar siempre creciente.”

(Thomas Carlyle)


sábado, 15 de octubre de 2022

Sobre fiscalidad ... La Curva de Laffer

La curva, que fue difundida por el economista Arthur Laffer, plantea que subir la tasa del impuesto no necesariamente aumenta la recaudación, porque la base tributaria cae.
 



Relaciona los Ingresos Fiscales del Estado ( R ) con los tipos impositivos ( t ) …
Si el tipo impositivo es cero, los ingresos fiscales serán también nulos. Si por el contrario los tipos impositivos son del 100% los ingresos fiscales también se anularán, nadie trabajaría para pagar el 100% a Hacienda…
Cuentan que todo salió de una  servilleta de papel...
La historia de los grandes “business” tiene sus servilletas famosas…que se lo digan a Florentino en el Real Madrid !
Antes vino otra, a la que debe la fama su autor. Es la servilleta en la que Arthur Laffer dibujó su renombrada curva. Fue en una cena en un restaurante de Washington, en los años setenta. Laffer fue invitado por el jefe de Gabinete del entonces presidente Gerald Ford. Había otros comensales, como un periodista de The Wall Street Journal, que luego escribió esta anécdota.
Laffer trataba de explicar al asesor de la Casa Blanca las ventajas de una rebaja fiscal y para ilustrar sus ideas, tiró de una servilleta y dibujó su famosa gráfica…
John Kenneth Galbraith criticó duramente la curva de Laffer: “Es evidente que nadie en su sano juicio se toma en serio la curva y las conclusiones del profesor Laffer. Hay que otorgarle, sin embargo, el mérito de haber demostrado que una manipulación justificativa, aunque evidente, podía ser de gran utilidad práctica”
Se habla de Laffer para justificar toda medida fiscal…que se lo digan a Montoro, que ya proponía hasta tributar las compras por eBay, Wallapop etc. Aunque el PP sólo tiene memoria para lo que le interesa ...
Para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula…. (Galbraith)

Mark de Zabaleta

viernes, 7 de octubre de 2022

Keynes vs Hayek ...

 


Siempre se vuelve a la polémica entre John Maynard Keynes y Friedrich Hayek, polos opuestos del pensamiento sobre la política económica: Keynes suele ponerse como ejemplo de defensor de la intervención gubernamental en los mercados, mientras que Hayek está considerado el defensor del capitalismo liberal…
Ambos alcanzaron su máxima proyección en la posguerra de la Primera Guerra Mundial. Vivieron el auge económico de los años veinte y la Gran Depresión y llegaron a opiniones radicalmente distintas sobre si era correcto permitir que el capitalismo de libre mercado siguiera su evolución sin control.
Keynes estudió que los mercados no generarían automáticamente el pleno empleo y que durante las crisis económicas podría haber largos periodos de paro a gran escala. Sostenía que el Gobierno tenía el deber de aliviar el sufrimiento de los parados aumentado la demanda agregada de bienes y servicios.
“No hacemos nada porque no tenemos el dinero necesario”, decía Keynes en 1930 a un comité gubernamental que investigaba las causas de la crisis económica. “Pero es precisamente porque no hacemos nada por lo que no tenemos dinero”.
Hayek llegó a una conclusión muy diferente. Tras la Primera Guerra Mundial, la hiperinflación castigó la economía austriaca e hizo desaparecer los ahorros de millones de personas. Esta experiencia, volvió a Hayek inflexible “con quienes defendían la inflación como cura para una economía en quiebra”. Y llegó a creer “que quienes defendían los programas de gasto público a gran escala para acabar con el paro estaban incitando no solo una inflación incontrolable sino también a la tiranía política”.
La guerra en Ucrania está generando todo un dilema. ¿Es correcta la actuación de los bancos centrales subiendo los tipos de interés para controlar una inflación causada directamente por la subida del gas bajo la amenaza de Putin?
La actual situación demuestra que, posiblemente, Hayek estaba equivocado…, y, que la inflación (que no es como la alemana de la posguerra) no es tan mala como plantea el BCE.
Lo dijo claramente Keynes: Lo esencial del sistema capitalista puede ser preservado si se hacen las reformas necesarias, pero un capitalismo no regulado es incompatible con el mantenimiento del pleno empleo y la estabilidad económica.

La oligarquía, en la ciencia política, es una forma de gobierno en la que el poder supremo está en manos de unas pocas personas, generalmente de la misma clase social.
Krugman ya comentaba el informe del FMI “Perspectivas de la economía mundial” en el que se trataba de los problemas de la baja inflación (casi tan destructiva como la deflación…), advirtiendo del peligro de un estancamiento a la japonesa de la economía europea a causa de esa baja inflación.
Y afirmaba…tenemos que dejar claro que en política monetaria, como en tantas otras cosas, lo que es bueno para los oligarcas (baja inflación) no lo es para el pueblo.
El Economista Joseph Stiglitz afirmaba que “El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita”…Y en ese 1% también hay muchos políticos elegidos por el ciudadano… que NO responden a sus problemas: gente muy rica usa el dinero para ser elegida (y/o controlar a los elegidos) para asegurar que seguirán siendo ricos bajándose los impuestos.
Como dijo Galbraith: “para manipular eficazmente a la gente es necesario hacer creer a todos que nadie las manipula”

Mark de Zabaleta

jueves, 6 de octubre de 2022

Como una bala de fusil cuya ... by Mark de Zabaleta

 


“No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter.”

(José Ortega y Gasset)

domingo, 2 de octubre de 2022

Y Cristo dijo ... by Mark de Zabaleta

 


“Y Cristo dijo: Padre, perdónalos, pues no saben lo que hacen, y no hay hombre que sepa lo que se hace. Pero ha sido menester convertir a la religión, a beneficio del orden social, en policía, y de ahí el infierno.”

(Miguel de Unamuno)