Tras la victoria de Macron sobre Marine Le Pen debemos hacer alguna reflexión sobre el trasfondo de estas elecciones presidenciales.
Cabe destacar que el Partido Socialista ha desaparecido. Los votantes franceses han visto desde la primera vuelta que el socialismo no funciona. Una tendencia que ha barrido el socialismo en toda Europa… salvo en España, de momento.
Una alta abstención, que muestra un gran desinterés, la más alta desde 1969.
Que cada vez acuda menos gente a las urnas facilita el que prosperen los populismos y facilita un acceso al poder de las opciones más radicales…
Lo que las presidenciales galas han dejado claro es la ruptura social entre la Francia conformista y la de los verdaderamente cabreados…
Sorprende que un 41,7% del electorado que ha votado a Le Pen lo haga por unas firmes convicciones ultraderechistas. Y ese alto porcentaje agrupa a muchos ciudadanos que, algún día, eran progresistas y que, decepcionados por la política, expresan su queja votando a quienes más lo manifiestan.
El suyo no es, ciertamente, un voto ideológico sino de castigo, de ahí que la ultraderecha haya logrado captar apoyos en poblaciones y barriadas obreras que antes eran caladeros de la izquierda.
Y lo que sucede en Francia desde hace años es lo que llegará a España tarde o temprano.
Y Marine Le Pen sabe que los franceses están preocupados por el Euro, y el futuro impacto de abandonar la moneda única en relación a sus puestos de trabajo, su ahorro y las pensiones. La posibilidad real de que siga ganando espacio político en las próximas elecciones generales en Francia le han hecho incluso preparar una solución lógica para acabar con el Euro/Error… regresar al franco francés con una estructura monetaria parecida al ECU (European Currency Unit).
Incluso la deuda nacional del país se podría convertir en francos franceses a través del ECU.
Se trata de mantener, como han hecho los ingleses, la autonomía monetaria, política y territorial frente a una Europa que no aporta más que trabas y limitaciones.
“Hay una grotesca desproporción entre la influencia profunda que la política europea tiene sobre nuestras vidas y la escasa atención que se le presta en cada país.” … Jürgen Habermas
Mark de Zabaleta