El precio del barril de
petróleo, actualmente 60,33 $, cae un 35% desde máximos del presente año.
Ciertamente el precio del crudo vuelve a un nivel de precios del que no debería
de haberse desviado por fundamentales. Y la volatilidad demostrada por una de
las materias primas clave para la economía mundial ha dejado en evidencia que
la OPEP ya no es lo que era en 1973
y la gran sobrerreacción de los mercados ante cualquier noticia
económico/financiera.
En 1973 el aumento del
precio, unido a la gran dependencia que tenía el mundo industrializado del
petróleo, provocó un fuerte efecto inflacionista y una reducción de la
actividad económica de los países afectados.
Pero las cosas han
cambiado. La OPEP ha pasado de ser prácticamente el único productor de petróleo
del mundo a mantener una cuota del 41%. Mientras, Estados Unidos ha aprovechado los
avances tecnológicos (fracking) en busca de la autosuficiencia energética.
Es un país capaz de producir 11,7 millones de barriles al día, 1,1 millones más
que el año pasado. Es actualmente el principal productor de petróleo del mundo,
superando a potencias como Arabia Saudí o Rusia, con una cuota del 15% a nivel
mundial. El déficit petrolífero que mantiene con el resto del mundo,
posiblemente para garantizar sus reservas, se ha reducido más de un 75% en la
última década, hasta los 6.000 millones de dólares.
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El incremento entre mayo y octubre ya era
muy artificial, fundamentado en:
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Una reducción por parte de la OPEP de 1,2
millones de barriles al día en la oferta mundial de petróleo.
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La ruptura del acuerdo entre Irán y
Estados Unidos, que iba acompañado de sanciones a los países que no siguieran
sus pasos.
Y en la OPEP estaban
convencidos del crecimiento de la demanda de crudo …
Por lo tanto, hemos
vivido en un escenario inflado por diversos intereses políticos, en el que los
grandes perjudicados, como siempre, son los ciudadanos que llenan sus depósitos
en las gasolineras. Y el precio de la gasolina nunca baja como el del barril de
petróleo.
Y la demanda sigue a la
baja. Ahora es China, el gran gigante
asiático, el que está produciendo menos, y disminuyendo su demanda de crudo. Lo
coherente es descontar un escenario de precios del petróleo ligeramente a la
baja en el futuro. En términos macroeconómicos, esto supone un impulso a
economías dependientes del crudo como la española.
“Claro
que lo entiendo. Incluso un niño de cuatro años podría entenderlo. ¡Que me
traigan un niño de cuatro años!” … (Groucho Marx)
Mark
de Zabaleta
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