viernes, 28 de septiembre de 2018

En todas casas cuecen habas ...




Como escribió Don Miguel de Cervantes en El Quijote II: “En todas casas cuecen habas; y en la mía, a calderadas”.
Y, aunque es muy difícil alcanzar las cotas de corrupción del Partido Popular, la verdad es que si Pedro Sánchez “monta un circo le crecen los enanos”.
Él mismo se puso la meta de la transparencia y de la limpieza contra la corrupción. Y las dimisiones de Máxim Huerta y de Carmen Montón, unidas a la imputación del titular de Agricultura, Luis Planas, las grabaciones del comisario Villarejo a Dolores Delgado, y, como colofón, la interesante situación fiscal de Pedro Duque, transmiten una imagen muy negativa sobre la honestidad socialista.
Empezando por este último, el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, ha asegurado que no cometió ninguna ilegalidad en la compra de un chalé en Jávea (Alicante), que no eludió ningún pago de impuestos y que seguirá al frente del Ministerio. Igualito que cualquier otro ciudadano de a pie.
Y lo de la ministra de justicia llamando maricón al juez Marlaska nos da una dimensión de su talante, sin dejar de lado que, cuando era fiscal, Dolores Delgado desveló que jueces y fiscales acabaron con menores durante un viaje en Colombia. Y de esto no se denuncia a nadie. Cuando era fiscal pasó por alto ese delito. Lo mismo que haría con cualquiera que hiciese algo parecido en España. ¿No les parece la hipocresía en estado puro?
Pero hay más … La ministra de Defensa, Margarita Robles, finalmente ha ordenado entregar a Arabia Saudí el pedido de bombas de precisión comprometido y pagado pero que antes había dicho que iba a paralizar. Después de poner en peligro el contrato de Navantia para construir cinco corbetas para la Armada de ese país (más de 6.000 puestos de trabajo en juego), y las declaraciones de Josep Borrell señalando que se trata un "armamento de precisión", guiado por láser, que "no produce efectos colaterales", sino que "dan en el blanco con una precisión extraordinaria".
“Donde dije digo, digo Diego” …
Y ya no hablamos del famoso doctorado de Pedro Sánchez. Teniendo en cuenta que el Tribunal Supremo rechaza investigar a Pablo Casado por su Máster aunque ve indicios de "trato de favor", es obvio que no hay que meterse con los políticos del poder.
Ya saben la frase que se atribuye al Quijote: “Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras”.

Mark de Zabaleta

viernes, 21 de septiembre de 2018

Las paradojas políticas ...




La “paradoja de la austeridad” de Keynes define que, si en una recesión todos los habitantes tratan de ahorrar más, la demanda agregada caerá y el ahorro total de la población será más bajo.
Parece claro que un mayor ahorro supone un menor consumo, provocando caídas en la producción y por consiguiente un menor crecimiento económico.
Se trata de una paradoja porque parece en contra del sentido común, pues en repetidas ocasiones nos dicen que, durante una crisis, se debe de ahorrar más para estar preparados ante la posibilidad de que nos quedemos en paro.
Algo similar ocurre con la paradoja de Epicuro sobre el problema del mal, con un razonamiento lógico:
Si una deidad omnipotente, omnisciente y benevolente existe, entonces el mal no existe.
Hay maldad en el mundo.
Por lo tanto, una deidad omnipotente, omnisciente y benevolente no existe.
De algún modo podríamos argumentar que si existe el mal de la austeridad es porque no existe una deidad omnipotente.
Con Mariano Rajoy se pudo comprobar. ¿Recuerdan aquello de que “cuando yo gobierne bajará el paro”? Porque la austeridad significó hundir definitivamente a los ciudadanos. La recuperación económica que nos vendieron es únicamente para las grandes empresas … confirmando la paradoja de Keynes.
Y ahora Pedro Sánchez ha prometido de todo, impuestos para la banca, listas de defraudadores, acabar con los enchufes en política (no para su mujer), el fin de los decretazos y de los aforamientos y no negociar con los independentistas … confirmando la paradoja de Epicuro.
El mal existe, y muchas cosas se hacen mal. Y no hay deidad gubernamental que lo arregle. Este Gobierno Socialista en minoría comenzó depurando ministros para dar ejemplo de honestidad … pero cuando hablamos de Pedro Sánchez hay que recordar la frase atribuida al Quijote de Cervantes: “cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras”

Mark de Zabaleta

sábado, 15 de septiembre de 2018

El Teorema de Coase




El Teorema de Coase analiza que, si los derechos de propiedad están bien definidos y los costos de transacción son cero, la negociación entre las partes nos llevará a un punto óptimo de equilibrio en el mercado. Los derechos de propiedad establecen quien es el dueño del bien o está autorizado para negociar con el mismo.
Hay muchos ejemplos que pueden ilustrar este tema. Imaginen un restaurante de lujo que funciona muy bien en un pueblo, en el que se instala un criadero de cerdos que crea muchos puestos de trabajo en esa localidad. Los gorrinos hacen ruido y producen un olor muy particular.
Ciertamente el propietario del restaurante quiere que el criadero cierre su actividad y se vaya a otra parte, porque sus clientes se quejan y dejan de venir asiduamente. Por otra parte, la localización de la planta de producción de estos animales es un punto estratégico para incrementar sus compradores. ¿Quién tendría que ceder?
Imaginemos que el restaurante y el criadero recurren a la justicia y ésta le da la razón al dueño del restaurante. El criadero debería cerrar y cambiar de pueblo. Sin embargo, el restaurante estaría dispuesto a renunciar a su derecho si el criadero de cerdos le paga una compensación mayor que el costo que le supone al restaurante cambiarse de ubicación.
¿Qué sucedería si el juez le hubiese dado el derecho al criadero?, si el restaurante valora más el derecho de quedarse en el pueblo que el criadero, el restaurante puede ofrecer una compensación para que se vayan los cerdos a otra parte. De este modo, el resultado siempre sería el mismo, la parte que más valora el derecho de propiedad es la que se queda finalmente con él. Quien se quede con el derecho dependerá del valor de lo que produzca cada parte y de los costos que significa perder el derecho de esa “propiedad” (en este caso trasladarse a otro punto).
En Economía, Ceteris Paribus es un Recurso metodológico al que se recurre para aislar la influencia que alguna variable en particular ejerce sobre un fenómeno que esté condicionado por muchos factores.
Conforme a esta regla, suponiendo que no existiesen costes de transacción (ceteris paribus), aunque la justicia pueda dar inicialmente ese derecho a uno u otro, finalmente quedará siempre controlado por quien más lo valore en la negociación.
“En cualquier momento de decisión lo mejor es hacer lo correcto, luego lo incorrecto, y lo peor es no hacer nada.” … (Theodore Roosevelt)

Mark de Zabaleta