La sentencia europea
sobre la inmunidad parlamentaria de Oriol Junqueras ha dejado retratado al
Tribunal Supremo español. Y, tanto la Sala de lo Penal que juzgó el procés como
la Fiscalía que allanó la decisión del Supremo de saltarse esta inmunidad, han
quedado como una justicia de pandereta en Europa …
Cuando Oriol Junqueras se
presentó a las elecciones estaba dentro de la ley, porque sobre él no constaba
en ese momento condena alguna. Estaba en prisión
preventiva pero no había sido sentenciado. Además, fue autorizado por la Junta
Electoral Central a ir en las listas y fue legalmente elegido. Evidentemente,
tenía derecho a la inmunidad parlamentaria con la que cuentan todos los
eurodiputados.
Pero España no es Europa,
aunque queramos hacer el número europeísta, y lo ha demostrado. ¿Cabe hacer una reflexión sobre qué hacemos
en Europa y plantear un SPAINEXIT?
Cuenta
la mitología griega que Europa era una joven doncella fenicia,
hija del rey de Tiro, de la que Zeus se enamoró locamente, para raptarla,
transformado en toro blanco, e ir volando hasta la isla de Creta donde la hizo
reina de la isla.
Pero
hoy en día los griegos no están para estos gastos…y,
evidentemente, tampoco los españoles.
Porque cada uno de los 751 diputados del Parlamento
Europeo que salen de las urnas, y que trabajarán un máximo de 134 días al año, ganan 6.200 Euros netos al mes más 4.295 euros para gastos generales. Hay
que añadir 17.500 euros mensuales para asesores y personal junto a dietas etc.
Muchos expertos coinciden en que la verdadera ¿única? utilidad del Parlamento Europeo es garantizar un puesto bien retribuido a los políticos que
cada país necesita “aparcar” lejos del escenario nacional = un cementerio de elefantes…BIEN PAGADO!
Ha quedado claramente
demostrado que España va por libre y que su justicia tiene otro idioma que no
se entiende con Bruselas ni con Estrasburgo … ¿Qué hacemos en Europa?
Ya
lo dijo Groucho Marx: Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cuatro años
podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cuatro años!
Mark
de Zabaleta
No hay comentarios:
Publicar un comentario