En 2007, el mercado de
las hipotecas de alto riesgo empezó a desmoronarse, lo que indicaba que “el
experimento de varias décadas de duración consistente en permitir que
unos mercados
apenas controlados generasen crecimiento y prosperidad había
fracasado”.
Y siempre se
vuelve a la polémica entre John Maynard Keynes y Friedrich Hayek, polos opuestos del pensamiento sobre la política económica:
Keynes suele ponerse como ejemplo de defensor de la intervención gubernamental en los mercados, mientras que Hayek está
considerado el defensor del capitalismo
liberal…
Ambos alcanzaron su
máxima proyección en la posguerra de la Primera Guerra Mundial. Vivieron el auge económico de los
años veinte y la Gran Depresión
y llegaron a opiniones radicalmente distintas sobre si era correcto permitir
que el capitalismo de libre mercado siguiera su evolución sin control.
Keynes
estudió que los mercados no generarían automáticamente el pleno empleo y
que durante
las crisis económicas podría haber largos periodos de paro a gran escala.
Sostenía que el Gobierno tenía el deber
de aliviar el sufrimiento de los parados aumentado la demanda agregada de
bienes y servicios.
“No hacemos nada porque
no tenemos el dinero necesario”, decía Keynes en 1930 a un comité gubernamental
que investigaba las causas de la crisis económica. “Pero es precisamente porque
no hacemos nada por lo que no tenemos dinero”.
Hayek
llegó a una conclusión muy diferente. Tras la Primera Guerra Mundial, la
hiperinflación castigó la economía
austriaca e hizo desaparecer los ahorros de millones de personas. Esta experiencia,
volvió a Hayek inflexible “con quienes defendían la inflación como cura para una
economía en quiebra”. Y llegó a creer “que quienes defendían los
programas de gasto público a gran escala para acabar con el paro estaban
incitando no solo una inflación incontrolable sino también a la tiranía
política”.
La
actual situación en Europa, en la zona Euro, demuestra que,
al igual que el BCE y las lecciones de Economía Alemanas, Hayek estaba equivocado…y, de hecho, la intervención de los gobiernos
USA y Japón combinando medidas monetarias vía sus Bancos Centrales y una
positiva política fiscal son un modelo a seguir para superar la Crisis…
Lo dijo claramente
Keynes: Lo
esencial del sistema capitalista puede ser preservado si se hacen las reformas
necesarias, pero un capitalismo no regulado es incompatible con el
mantenimiento del pleno empleo y la estabilidad económica.
Mark
de Zabaleta
1 comentario:
Estamos de acuerdo en una cosa, es necesaria una mayor intervención del Estado, pero no como lo esta haciendo hasta ahora, salvando a la banca y transformando la deuda privada en deuda pública.
Afrontamos el final de la era del petróleo barato y una crisis energética, climática, de biodiversidad y poblacional globales sin precedentes en la historia de la humanidad. La crisis energética impide el crecimiento económico a escala planetaria. Así el crecimiento de unos países se hace a costa del decrecimiento de otros. Es lo que a muchos economistas les cuesta entender, que hayamos alcanzado los límites del crecimiento.
Un saludo
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