Al final la Justicia condenó al fotógrafo donostiarra (también dentista), José Juan Cabezudo, conocido como Kote Cabezudo, como autor de delito de violación, otro de abusos sexuales, seis de pornografía infantil y dos de estafa a modelos. El caso se pasó años enterrado y ocultado, hasta que, por fin, Netflix ofrece este verdadero drama.
El trayecto recorrido tanto por los creadores de la cinta, como por sus protagonistas, mujeres víctimas de abusos y agresiones sexuales, ha sido lo más parecido a una odisea. Estaba previsto que el gigante audiovisual Disney+ estrenase la cinta, en la que se contaba todo sobre un caso no del todo conocido. Todo sobre un hombre de alto estatus y mejores contactos políticos y…cuyo control sobrepasaba los límites, y aprovechaba su situación para abusar de mujeres…que querían ser modelos.
Pero ni Disney se atrevió a contar esta gran verdad. Ha sido Netflix la que compró los derechos.
“La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera”.
(Horacio)
Y la justicia ha cojeado, y mucho, en este caso. Porque el gran monstruo de esta tragedia es el inicial fracaso del sistema judicial. Un sistema que parece susurrar: “Tú sabías a lo que ibas, bonita, no me cuentes que solo ibas a cumplir dieciséis. Tú volvías porque querías, no me digas que te amenazaban con colgar en webs tus vídeos y fotos. Tú, que querías ser modelo” … Y las víctimas eran chantajeadas una y otra vez por un delincuente al que nadie (ni la justicia) paraba los pies.
Vean el documental y tendrán una clara opinión de cómo funcionaba la cruda realidad.
La gran pregunta que todos se harán es si esa jueza de instrucción sigue en la carrera judicial… ¿Impartiendo “justicia”?
Ya lo dijo Platón: “Yo declaro que la justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte” …
Y este documental lo expone claramente…
Mark de Zabaleta
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