En marzo del 2011 dimitió
el ministro de defensa alemán por haber plagiado su tesis doctoral. Según
denunciaron los medios alemanes, el ministro copió sin citar las fuentes el 20%
de las 475 páginas de su tesis. ¡Por lo menos la había presentado
oficialmente!
En febrero del 2013
dimitió la ministra de educación alemana porque la Facultad de Filosofía de la
Universidad de Düsseldorf invalidó el título de doctora
de Schavan obtenido hace 33 años al considerar probado que incluyó en su tesis “de
forma sistemática y premeditada” un trabajo intelectual que no era suyo. ¡Lo
presentó oficialmente en su día!
En España, la presidenta
de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha confirmado
en Sevilla que no va a dimitir "por la sencilla razón" de que no ha
cometido ninguna ilegalidad ni ha mentido sobre la obtención de un máster en la
Universidad Rey Juan Carlos. Es importante señalar que el Rector de la
Universidad Rey Juan Carlos, Javier Ramos, ha desmontado la versión de
Cifuentes sobre la forma en la que cursó su máster de Derecho Autonómico en
2012 diciendo que no consta el acta de presentación de su trabajo de fin de máster en el
servicio de posgrado de la Universidad ni que la presidenta regional haya
defendido este trabajo ante un tribunal. Pero Cifuentes no dimite.
En
resumidas cuentas, no nos podemos comparar con la seriedad alemana.
Hasta
en el caso Puigdemont nos han demostrado las evidentes
diferencias entre la Justicia de ambos países.
Los principales medios
alemanes han destacado la decisión de la Audiencia Territorial de
Schleswig-Holstein de descartar el delito de rebelión en la eventual entrega a
España del expresidente autonómico catalán Carles Puigdemont y dejarlo en
libertad, y lo consideran un serio revés para la justicia española.
El caso Cifuentes
demuestra el perfil de los dirigentes de un partido muy en entredicho por la
corrupción. La honestidad de los ministros alemanes, que dimitieron en cuanto
se publicaron las sospechas sobre sus tesis doctorales, está muy lejos del
empecinamiento de Cifuentes en negar la evidencia.
En España hay políticos
encarcelados por rebelión mientras el expresidente Puigdemont no puede ser
juzgado por eso mismo delito de rebelión en Alemania.
Ciertamente
España no es Alemania.
«Lo
que no puede ser no puede ser y además es imposible».
(frase atribuida al torero Rafael guerra bejarano)
Mark
de Zabaleta
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