Parece fácil recordar la fecha (29 de Octubre de 1929) del desplome bursátil de Wall Street, inicio de la , hasta ahora, mayor crisis financiera y económica a nivel mundial. Vamos a comentar el escenario en que se produjo: Alto consumo, Ventas a plazos, Confianza en la capacidad industrial/empresarial de los EEUU…y Euforia bursátil.
La Bolsa no dejaba de subir y las familias se endeudaban para seguir comprando acciones. Una acción que cotizaba a 2 dólares en 1921, ¡se negociaba a 119 dólares en 1929! Gran número de Bancos y una política de dinero barato, servían para “echar leña” al fuego inversor.
Un buen día, en Octubre de 1929, esta burbuja de constante crecimiento, reventó. El recién elegido presidente Herbert Clark Hoover, estimó que la economía se estabilizaría por sí misma. Y no hicieron prácticamente nada. La crisis se extendió por todo el mundo. Solamente Rusia y Japón se mantuvieron al margen.
Hubo que esperar a un nuevo Presidente, Franklin D. Roosevelt en 1933, para iniciar el “New Deal” con un importante Plan de Inversiones combinado con la devaluación del dólar y con subvenciones, tanto a la agricultura como a la industria. Aumentaron las Exportaciones y la economía se reactivó. Supo combinar la política monetaria y la política fiscal (¿les suena Keynes?)
¿Qué pasaba en Europa? La falta de confianza de los inversores y la retirada de capitales afectó a todos los países, pero el más perjudicado fue Alemania. En Enero de 1933 tenía 6 millones de parados. Tras las elecciones, el nuevo Gobierno puso en marcha una política económica “de libro”, con obras públicas que construyeron la mayor red de autopistas en Europa, una potente reindustrialización (automóvil, textil, energía…) y un coherente apoyo a la agricultura. Y todo ello se financió con una discreta inflación, gracias a empréstitos vía acuerdos bilaterales. En 1938 sólo había 400.000 parados en Alemania.
Muchos de los aspectos comentados nos recuerdan a la crisis actual, y si hace 75 años se consiguió superar aquella catastrófica situación, debemos ahora ser coherentes y moderadamente optimistas.
La confianza financiera se recupera si los Gobiernos saben actuar a tiempo. Galbraith dijo “hay dos clases de economistas, los que no saben nada y los que no saben ni eso”.
Mark de Zabaleta http://www.becspain.com/
3 comentarios:
Muy buen artículo
Es una magnífica explicación del 29
Me ha gustado mucho conocer las razones que llevaron a este caos
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