El patrón oro es un sistema monetario en el cual el valor de la moneda de un país es legalmente definido como equivalente a una cantidad fija de oro. La moneda en circulación está constituida por piezas de oro, o por billetes de banco (papel moneda) que las autoridades monetarias están obligadas a convertir, si así se les demanda, por una cantidad determinada de oro.
La adopción internacional del sistema fue gradual, y aportó una gran estabilidad a la situación financiera mundial debido a que suponía una inflación insignificante y un tipo de cambio fijo que era positivo para el comercio internacional. En ese clima de tranquilidad, la prosperidad generalizada es casi inevitable, y así se mantuvo durante el siglo XIX, desde las Guerras Napoleónicas hasta la Primera Guerra Mundial.
Y fue el mecanismo por el que se reguló el sistema monetario internacional entre 1870 y 1913. Es razonable pensar que este equilibrio no se hubiera mantenido durante mucho más tiempo. El declive de Gran Bretaña, al ser sustituido por EE.UU. como primera economía del mundo, puso en evidencia que el patrón oro no permitía ejercitar el control que todo gobierno necesita de su política monetaria.
El retorno al patrón-oro en los años 20 se negoció en la Conferencia de Génova de 1922. el Patrón Cambio Oro (“Gold Exchange Standard”), que ya se utilizaba desde 1918. Así, la moneda de cada país ya no estaba vinculada directamente al oro, sino a una moneda central definida y convertible en dicho metal. A partir de entonces, hubo dos monedas convertibles en oro, la libra esterlina y el dólar, que fueron las que posibilitaron y ampliaron la base de los intercambios internacionales.
En abril de 1925, Churchill fue el primero en decidir fijar la paridad de la moneda (3 libras y los 17 chelines la onza de oro).
Pero ya en 1923, Keynes en su "Tratado sobre la reforma monetaria" rompe con la larga tradición del patrón oro. Señaló que un país que se somete a la disciplina del patrón oro compromete su libertad para seguir una política interior independiente…
Especialmente problemático fue el abandono del patrón oro por parte de Inglaterra en 1931, puesto que el sistema entero sufrió la crisis. Todo esto desembocó en la crisis de los años treinta: contracción económica, pesimismo generalizado, estancamiento industrial y agrario, desempleo masivo, catástrofes políticas y el inicio de la II Guerra Mundial…
Cambiemos algunos detalles y veremos las similitudes con el actual Patrón Euro !
Seguirá…
Mark de Zabaleta